El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, se presentó frente a la Casa Rosada en un inusual acto de protesta para reclamar el cumplimiento de obras prometidas para su provincia. La manifestación contó con la participación del reconocido músico Facundo Saravia, ex integrante del tradicional grupo Los Chalchaleros, quien acompañó la demostración con interpretaciones musicales.
Durante la guitarreada, Sáenz explicó los motivos de su protesta señalando que había prometido presentarse personalmente si las obras no se iniciaban. El mandatario provincial manifestó su frustración ante el continuo aplazamiento de los trámites y mostró su preocupación por lo que calificó como un desconocimiento de las necesidades del interior del país.
La escena captó la atención del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien desde su despacho observó los acontecimientos y decidió salir a recibir al gobernador en la vereda. Tras un breve intercambio entre ambos, se sumó a la conversación el asesor presidencial Santiago Caputo, quien invitó a Sáenz a mantener una reunión dentro de la sede gubernamental.
Al referirse al encuentro con Caputo, el gobernador salteño se mostró esperanzado al indicar que fue escuchado atentamente y que quedaron en continuar las conversaciones en los próximos días. Destacó la importancia de haber establecido contacto directo con una figura clave de la administración nacional con la que no había tenido oportunidad de dialogar previamente.
Sáenz hizo hincapié en la crítica situación de las rutas salteñas, describiéndolas como “rutas de la muerte” donde diariamente se producen víctimas fatales. Reafirmó su autoridad moral para realizar estos reclamos por haber sido uno de los gobernadores que brindó gobernabilidad al oficialismo, expresando su malestar por sentirse engañado en sus expectativas.
En declaraciones previas, Francos se había referido a la relación con el mandatario salteño caracterizándola como un “show”, al tiempo que reconoció la necesidad de trabajar en conjunto. El jefe de Gabinete atribuyó las dificultades actuales al período de campaña electoral, sugiriendo que después de los comicios sería más viable alcanzar acuerdos.
La protesta del gobernador salteño evidencia las tensiones crecientes entre el gobierno nacional y las provincias respecto del cumplimiento de compromisos de infraestructura. El caso particular de Sáenz adquiere relevancia por su histórico apoyo al oficialismo, lo que intensifica el impacto político de su reclamo público.
